martes, 18 de febrero de 2014

Distancia. Palabra definida como el espacio que existe entre dos puntos.
En realidad, a nadie le gusta hablar de la distancia. Muchos dicen que es el olvido. Otros que hace la fuerza y la unión. Otros simplemente, creen que ni siquiera les afectaría. Nadie sabe realmente que significa esa palabra hasta que no la tiene en su boca. Hasta que no pierdes a alguien por culpa de unos kilómetros.
Que al fin y al cabo, son lo que son, distancia. A nadie le gusta estar lejos de quien quiere y menos con miedo a perderlo. Porque aquí no nos vale el típico, “nunca sabes que lo tienes hasta que lo pierdes” vendría mejor un “sabes lo que tienes hasta que llega la distancia y lo pierdes”. Seguramente muchos sabréis de lo que hablo.
Esa sensación, que no se realmente como explicarla. Algo de impotencia y tristeza. Distancia.
Sientes que tu lugar no es en el que estás, que necesitas verle, abrazarle. Te gustaría salir de tu casa y marcar 9 números en tu móvil y decir, “nos vemos en 5 minutos en tu portal”. Pero ¿Por qué no? Siempre es lo mismo, distancia.
Verle cara a cara, no solo escuchar su voz por teléfono. ¿Cuánto darías por tenerle una tarde? No se que duele más que la distancia. No se que es peor, un querer y no poder o un poder y no querer. Nunca entenderé de que sirve la distancia. Pero siempre te queda la esperanza de que algún día, aunque no sepas cuando, dentro de poco, le tendrás cerca, muy cerca, entre tus brazos. Y ahora, os reiréis.
¿De qué? Sí, de la distancia.
Por eso, cuando la gente pregunta ¿Qué es la distancia? Y contestan: espacio que existe entre dos puntos, siempre sonrío.
Si realmente supieras lo que es la distancia, nunca contestarías eso.




Mírame

Dicen que tengo la voz gastada, que me olvidé de sentir, dicen que dónde dejé las ganas, que ya no me acuerdo de ti. Dicen que bailo muy mal y que ya no te entiendo,
me sigo peinando igual, sintiendo igual de mal.
Y mírame, perdiendo peso, imaginándote sin mí, no vaya a ser que toque hueso, maldita forma de vivir. Pronto te echaré de menos, haré como si no supiera que te quiero, y volveré a andar, volveré a andar, a ver si llego… Dicen que bailo muy mal y que ya no te entiendo, me sigo peinando igual, sintiendo igual de mal.


Lo que no te mata te hace más fuerte.

Ese momento de que te dan ganas de tirar todo por la borda, que deseas olvidar algo con tantas ganas que se te olvida olvidarlo. Que mueres de ganas de volver unos días, o semanas a tras para cambiar las cosas que por un motivo u otro te hicieron daño, y ese dolor te esta matando por dentro, que no eres tu, que te cuesta sonreír, que intentas mantener la atención en otra cosa pero cualquier cosa,sonido, olor te recuerda a eso que te duele tanto, ese sentimiento de odio, rabia, dolor puede contigo y con todo tu mundo. Que quieres que los días pasen rápido para pasar la tormenta que tienes encima, que quieres que llegue la calma, empezar de cero con o sin eso que te tiene atada a un momento de horror. Que todo te afecta, que te molesta escuchar música, que te agobia estar encerrada en tu habitación a tu bola, que no quieres saber nada de nadie, que quieres todo lo contrario a lo que quieres normalmente, que ahora solo quieres huir, correr y encontrar tu tranquilidad, tu sonrisa, tus ganas de bailar al escuchar una canción, o querer estar con los tuyos. Quien sabe cuando acabara esta tormenta, dicen que detrás de cada tempestad viene un sol radiante, espero a ese sol con ganas, con muchas ganas.